miércoles, 22 de julio de 2009

Desde España: el Kronen y sus disertaciones

miércoles, 22 de julio de 2009
Empecé a leer Historias del Kronen por pura curiosidad, pero después me gustó, no es una gran novela como hubiera dicho Javier Cercas, pero creo que sí es una buena novela. Y seamos francos, tampoco es una obra literaria tan compleja como las de Javier Marías, es más bien simple: sólo es la historia de unos chavos que se la viven de noche, embriagándose, drogándose y teniendo sexo, aunque la falta de responsabilidad los lleve a la decadencia. En esta época eso ya no es novedoso, lo que me atrajo de la novela fue cómo José Ángel Mañas se metió al mundo de los jóvenes de los años 80 y 90, y que están indiferentes ante lo que fue y dejó el régimen franquista, refleja y crítica de la juventud que va más allá de los límites (en el mal sentido de la palabra), que carece de escrúpulos y que desprecia el trabajo y la vida misma. Lo que rodea la historia de Carlos y sus amigos, personajes de la novela, es lo que le da valor al texto pues la historia en sí no es la gran cosa -en este sentido sólo su simpleza de repente me recuerda a La tumba o De perfil de José Agustín-, pero hay que admitir que en ambas el mundo de los jóvenes es muy atractivo (cada uno en su respectiva época) por ellos y todo lo que les rodea, incluyendo su degradación. Esto es lo que me gustaría resaltar de Historias del Kronen, cómo es la juventud de España, que pues parece que viven en otro mundo, en otro universo, tanto así que dentro de esa rebeldía y hedonismo lo demás no importa. Esta novela que por la que se nombro a la Generación del Kronen está caracterizada por la actitud nihilista y por la jerga cotidiana, por su realismo también se le ha llamado “realismo duro”, “estética nirvana”, “realismo sórdido”, y rockandrollo”*; las primeras novelas que emergieron fueron El triunfo (1990) de Francisco Casavella, Lo peor de todo (1992) de Ray Loriga. El público de estos escritores era básicamente el juvenil porque en ellos encontraban novelas fáciles de leer. Pero luego toda esta frescura se convirtió en algo repetitivo y simplista, sociológicamente llamaban la atención, pero su valor literario era nulo. La búsqueda de renovación de sus creadores se enfoca a nueva vías expresivas para transmitir las mismas ideas.

Después de la muerte de Franco, hay una rápida transición democrática en España, lo que lleva a una explosión de cultura popular sobre todo por parte de los medios masivos, como lo son la radio y la televisión, es decir, la movida madrileña. La sociedad entusiasmada se ve libre para ser consumidora. Los años siguientes luego de todo este furor por la movida madrileña la realidad del desempleo y la corrupción política crea en la gente la sensación de desencanto y en algunos casos esta desilusión empeora por lo que se produce una actitud cínica y auto indulgente sobre todo con la gente joven. En Historias del Kronen a acción se desarrolla en 1992; se estructura en 14 capítulos, el narrador es Carlos, pero no es omnisciente porque él conoce lo mismo que los demás personajes. A lo largo del texto, el autor va presentando el comportamiento de un grupo de jóvenes que, como aquella canción de los 80, se la pasan “viviendo de noche” El Kronen es el bar favorito de Carlos, el protagonista de la novela quien pasa sus días y noches con sus amigos entre las drogas, el sexo, el alcohol y la música, no tiene ningún tipo de motivación, se deja llevar por sus insititos y deseos. Como no trabaja, vive en casa de sus padres quienes le dan su “mesada” que gasta en “copas”, “coca” y “gasto”, pero es todo lo que él quiere. Esta novela postmoderna se caracteriza también por el sexo, violencia y la búsqueda y consumo de droga, este es el objetivo principal de las llamadas telefónicas de Carlos.

El libro American Phsycho del que habla con Roberto del capítulo en el que Bateman "se hace dos putas y luego les da de hostias y les pone sal en las heridas;" es un libro que se le queda en la cabeza a Carlos y cuyo protagonista “es un héroe”. Las escenas de violencia que él y sus amigos admiran tanto en películas como en el libro tienen que ver con mujeres y así lo refiere uno de ellos cuando habla de la película Matanza en Texas: “la mejor escena es cuando coge a una cerda y la cuelga del gancho”. La mayoria de las mujeres a las que se refiere Carlos y sus amigos son llamadas “cerdas". La sexualidad para ellos tiene que ver con lo violento, con la sangre y la muerte, con las películas snuff .

En Historias del Kronen, Mañas dice las cosas sin temor además “se enuncia el mensaje sin dar tiempo a que el lector lo identifique por su cuenta" , por lo que lanza simples críticas a la situación que existe en España, pero también habla del hastío hay por el mundo; de la cultura contemporánea “audiovisual” que los rodea; de la impotencia social y política de los jóvenes. Llama la atención que todos los nombres, denominaciones, sustantivos, título que no se encuentran en el diccionario estén escritas fonéticamente como güisqui jotabe, huolkman, botas Naik, y gafas de sol Reiban, americansaico. La tensión que consigue el autor a lo largo de la novela es gracias al lenguaje monótono y sin ninguna pretensión de estilo alto, es más con un antiestilo; de hecho, por medio del uso del lenguaje el lector puede verse envuelto en el aburrimiento de Carlos, o contemplar las acciones como escenas cinematográficas. El protagonista parece muy normal, sobre todo al comienzo, y ya que el narrador no muestra énfasis alguno sobre él, el lector está dispuesto a confiar en Carlos. Sin embargo, cuando Carlos al final del relato se convierta en un asesino, el lector tendrá que aceptar la incómoda posición de haberse identificado con un personaje negativo. Aquí se encuentra el mérito de José Ángel Mañas, hacer que el lector siente simpatía por el protagonista para al final llevarse una sorpresa. A pesar de todo esto el autor no busca aleccionar al lector, pero si dar una cara de la juventud española y de la degradación que hay tras las drogas y el alcohol .

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